Nada muy profundo esta noche, pero, al parecer, Astro entró a un curso de conducir. Ya era ahora. Así no tiene que tomar el transporte público que a menudo se encuentra detenido por ríos cambiando su curso de la noche a la mañana (no entraré en detalles aquí pues son demasiados detalles).
El edificio fue lo más rescatable, ubicado en un barrio aparentemente normal (en la escala normal de Nullterra) y elegante. Dentro el sitio era espacioso y moderno. Las baldosas reflejaban la luz de los ventanales, aportando iluminación a todo el lugar.
El trámite era largo, sumado a las eternas filas de esperas de muchas personas inscribiéndose y sacando certificado de conducción. Eventualmente, Astro llegó a la inscripción y tuvo que sacar números, pero los números eran cartas Naipes. El guardia sacaba un número al azar y lo decía en voz alta, si tenías el número, pues era tu turno. ¿Así era más justo ya que no era por orden de llegada? ¿Cómo es eso justo? Astro no lo cuestionó y esperó su turno.
A un lado de las sillas de espera se encontraba un parque interior, aunque el pasto estaba largo y descuidado sobre el brillo de las baldosas.
Mientras esperaba, había solo un pensamiento en la cabeza de Astro:
«No me aprendí las leyes de conducir.»
Aunque despierta la curiosidad: ¿Qué tipos de leyes de conducir habrán en un mundo como Nullterra?
Las arañas Cabello de Perro
Esta araña es muy parecida a los opiliones, sin embargo, viven en el cabello de la gente. Lo sé. Es horrible. A diferencia de los opiliones, estas pican, aunque no son mortales.
Luego de inscribirse al curso, Astro fue a visitar a alguien quien tenía una hija pequeña. Esta se agachó y cayeron un montón de estas arañas. ¿Por qué Astro decidió esconderse bajo la cama? Está lejos de mi entendimiento. Le costó pasar su cuerpo bajo la cama y le alcanzaron las arañas, dejándola con ronchas y picazón por toda la espalda.
Estas arañas no pican a la persona cuyo cabello usan de nido. Ugh. Otro insecto a la lista.